LA
PLATAFORMA DE ACCIÓN INTERNACIONAL POR LOS PRESOS POLÍTICOS
SAHARAUIS DE GDEIM IZIK CONDENA LA SENTENCIA DICTAMINADA POR EL
TRIBUNAL MILITAR MARROQUÍ CONTRA LOS PRESOS POLÍTICOS SAHRAUÍS DE
GDEIM IZIK
El
pasado 1 de Febrero se constituyó en Rabat el Tribunal Militar que,
a pesar de no tener jurisdicción sobre el Territorio no Autónomo
del Sahara Occidental, ha juzgado a 24 presos políticos saharauis,
que a juicio de numerosos observadores internacionales no contó con
las debidas garantías por falta de pruebas. Las armas con las que
supuestamente fueron asesinados los agentes carecían de huellas
dactilares de los acusados. Además, sólo se practicó una prueba
forense y no se realizó ningún test de ADN.
Por
lo tanto, sin competencia alguna, han sido juzgados durante más de
una semana los 24 saharauis que permanecían desde noviembre de 2010
en la cárcel de Salé Rabat (Marruecos) por haber participado en el
Campamento de Gdeim Izik. En este campamento, organizado a las
afueras del Aaiún – capital del territorio del Sáhara Occidental
ocupado ilegalmente por Marruecos – se concentraron más de 20.000
saharauis para denunciar sus condiciones de vida bajo la ocupación
militar. Este gesto de resistencia pacífica del pueblo saharaui
marcó el inicio de la primavera árabe.
Tras
nueve días de juicio y siete horas de deliberación en la madrugada
del 17 de febrero de 2013 con nocturnidad, premeditación, alevosía
y en vísperas de domingo el Tribunal Militar de Rabat dictaminó una
durísima sentencia sobre los 24 presos políticos saharauis de Gdeim
Izik. En dicha sentencia se contemplan las siguientes penas: 9
cadenas perpetuas, cuatro a 30 años de prisión, siete a 25 años de
prisión, tres a 20 años de prisión y dos han sido puestos en
libertad ya que la sentencia es inferior al tiempo que ya han pasado
en prisión preventiva.
Estas
durísimas penas suponen un nuevo atentado contra el Pueblo Saharaui,
contra su derecho de autodeterminación y su existencia, ya que se
trata de un pueblo sometido permanentemente a violaciones por parte
de la fuerza ocupante marroquí.
No
podemos quedarnos pasivos ante tal violación de la legalidad
internacional y de los Derechos Humanos. Las imágenes hablan por sí
solas: “Gdeim Izik: El Campamento de la Resistencia Saharui” y
demuestran que fue Marruecos quien violentamente desmanteló el
Campamento de Gdeim Izik el pasado 8 de noviembre de 2010.
Han
pasado más de dos años tras el brutal ataque de Marruecos hacía la
población civil saharaui, tiempo en el cual la Comunidad
Internacional se ha mantenido pasiva. Comportamiento que ha mantenido
no solamente ante el Juicio Militar y tras el conocimiento de la
severa sentencia, sino desde el año 1975 en el que el Sahara
Occidental fue abandonado a su suerte.
Ningún
organismo internacional reconoce la soberanía de Marruecos sobre el
territorio del Sahara Occidental.
La
ONU califica al territorio del Sahara Occidental como un Territorio
No Autónomo, lo que significa, que dicho territorio y el pueblo que
lo habita está dominado o gobernado por alguna fuerza a la que la
Comunidad Internacional no le reconoce la legitimidad para gobernarlo
o dominarlo.
Teniendo
en cuenta que el Sistema de Procedimientos Especiales del Sistema de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos estable mandatos por países
en los siguientes territorios: Belaraus, Cambodia, Cote de Ivoire,
Eritrea, República Democrática y Popular de Corea, Haití,
República Islámica de Irán, Myanmar, Territorios Ocupados de
Palestina, Somalia, Sudán y República Árabe de Siria. Nos
preguntamos: ¿olvida la Comunidad Internacional algún otro
territorio done persiste una inestabilidad desde hace muchos años?.
Lamentablemente la respuesta es que sí, la Comunidad Internacional
olvida y mantiene abandonado al pueblo que habita en el Territorio No
Autónomo del Sahara Occidental.
Entrando
más en detalle en Derechos Humanos, todas las Misiones de Paz de la
ONU cuentan con un componente específico para los Derechos Humanos,
sin embargo, la Misión de Naciones Unidas establecida con el Sahara
Occidental – la MINURSO – no cuenta con dicho componente.
Estos
días de juicio han puesto de manifiesto la farsa organizada por
Marruecos. El juicio es un instrumento de política genocida del
gobierno de Marruecos, contra el pueblo saharaui y abalado por la
Comunidad Internacional que, siendo conocedora de la grave violación
sistemática y diaria de Derechos Humanos que ejerce el gobierno de
Marruecos hacia la población saharaui, se limita a continuar
negociando con Marruecos para obtener el mayor beneficio económico
en detrimento de la población saharaui y de la población de sus
países, que a diario muestran el apoyo y sensibilización hacia el
Pueblo Saharaui. A día de hoy España continua siendo la potencia
administradora del Sahara Occidental, por lo tanto, España es
responsable de todo lo que le sucede a la población saharaui y de
todo lo que sucede en el territorio no autónomo del Sahara
Occidental.
De
nuevo, nos encontramos ante más de un incumplimiento de la legalidad
internacional: como el hecho sucedió en un territorio invadido, se
encuentra bajo el IV Convenio de Ginebra que protege a las víctimas
civiles de conflictos armados. Los procesados, por ejemplo, debían
estar detenidos en su país, el Sáhara Occidental, y no en el
territorio del país ocupante. Además, ser enjuiciados por un
tribunal no político, por lo tanto, esta sentencia no puede ser
reconocida.
Tenemos
que demostrar al mundo que no están solos y que somos muchas las
personas que no solamente damos apoyo a los presos políticos y a sus
familiares, sino que estamos convencidos que la única solución para
esta causa que dura ya 38 años es un Sahara Libre. Esto no es una
utopía, es una realidad, y para conseguirlo tenemos que continuar
uniendo fuerzas, sólo de esta manera, conseguiremos romper el
silencio y el bloqueo al cual está sometida la voz del Pueblo
Saharaui.
¡No
se puede encarcelar la dignidad del pueblo saharaui!
¡Libertad
Presos Políticos!
¡Sahara
Libre!
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