Desde el corazón
A los héroes de Gdeim Izik
Os escribo a vosotros, pero no solo a vosotros, también a vuestros
padres, hermanos, madres, hermanas, con los que compartí una tarde en
Noviembre, con quienes me emocione viendo sus rostros, con el silencio
impuesto de no poder ni tan solo levantar la voz en sus propias casas.
Allí, en voz baja se dijeron cosas enormes, tan grandes que
traspasaban paredes, alambradas, fronteras, silencios, cosas, como que
no se podía seguir viviendo sin futuro, sin empleo, sin poder formarse,
sin poder vivir dignamente como seres humanos. Que eso fue GDEIM IZIK,
una llamada de atención al silencio cobarde y colaborador del poder
Marroquí y sus socios necesarios para ese horror que es la ocupación
marroquí.
Allí, con vuestros familiares entendí algo, no es solo la lucha de un
pueblo por su independencia, es la lucha por el futuro, por el empleo,
la seguridad de vuestras casas, de vuestras mujeres, de vuestros
hombres, niños, niñas de todo un mapa humano que compone la tragedia, el
sufrir diario de un pueblo abandonado a su suerte, por unos
colonizadores que extrajeron lo que pudieron y no quisieron saber nada
de las personas que allí quedaron, a la suerte de un régimen tirano y
asesino, sin escrúpulos, el régimen Alauita que hoy sigue torturando a
vuestro pueblo.
No sé qué decir, todo cuanto se me ocurre es pequeño y pobre, daros
ánimos, como os voy a dar ánimos yo si no he sido probado en las duras
pruebas por las que habéis pasado, vosotros sois los fuertes, los que
soportáis castigos de los que yo solo sufro en mis peores sueños, esas
son vuestras horas cotidianas. Una cosa sí os puedo asegurar, que la
lucha del pueblo saharaui es la lucha de la humanidad por la libertad,
casi desde que el ser humano puebla la tierra existe, quien quiere vivir
a costa del trabajo y la riqueza ajena, sirviéndose de la fuerza y el
miedo. Desde ese tiempo remoto viene vuestra lucha, igual en todas las
partes del mundo, por eso vuestra causa es la mía y vosotros mis
ejemplos de dignidad y valor.
Desde está pequeña Europa en desorden sé, que de vuestro éxito depende
el mío, porque si cae uno de vosotros caigo yo, si dejamos de apoyar la
lucha de un pueblo por su libertad, nos rendimos, y así ellos, aquí y
allí se hacen más fuertes, más poderosos y nosotros más pobres.
Hermanos de Gdeim Izik, prometo no olvidar, prometo luchar por la
causa justa del pueblo Saharaui, y sé que más pronto que tarde
celebraremos vuestra vuelta y sin mucho tardar lo haremos en un Sahara
libre de ocupantes, en una tierra liberada donde seréis lo mejor de
vuestro pueblo, los que luchan son las estrellas de un cielo que cubre
de dignidad un pueblo entero, vosotros sois esas estrellas. Hermanos,
amigos, la patria Saharaui está hoy más cerca que nunca.
Carlos Ruiz
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