Tengo
vuestros nombres, los de ustedes, atados a mi espalda, dolientes como
espinas clavadas a mi espina dorsal. Cada rostro acompañando al
nombre, brota ahora en punzadas rojas desde el alma cada vez que
respiro.
No
sé de qué manera decirles que no les recuerdo cada día, es que no
existe un segundo en que no sienta la profunda simbología que es
Gdeim Izik, en la doctrina que vuestros rostros ejemplifican y siguen
iluminando para que no haya dudas.
Pero
yo quiero saber, decidme, qué hacemos con las lágrimas? no podemos
dejar de sufrir por vosotros porque nunca la Lucha nos ha quitado el
amor, más bien el amor nos ha llevado a la Lucha. Decidme qué
hacer, si ahora son mías y nacen del interior de un alma fuerte que
es nuestra, aunque sea de ustedes, en fin de todos, del pueblo
saharaui y sus justos protectores, un alma que ustedes habéis
llevado segura entre las manos sin temor al vaivén de las
circunstancias, porque el honor en vosotros no tiene mácula o
defecto. Ese alma que con tanto celo guardáis, que resulta
intocable a pesar de que anda caminando libre por el sendero de lo
amado, es la Patria, y es la certeza absoluta de la
Autodeterminación.
Tengo
vuestros nombres ensamblados a los rostros que quiero ver libres,
llegando sonrientes al límite de nuestras fronteras para desde ahí,
echar a volar sobre las casas que son nuestras, y sobre las vidas que
siempre lo son. Porque necesita el cielo saharaui cubrirse con esa
mirada rotunda que en febrero ofuscó a un juez militar acostumbrado
sabe Dios, a tanta cobardía.
Vuestra
mirada que regrese siempre para sanar nuestros ojos dañados por este
enemigo, el que se protege entre sus propias amenazas mundiales y
golpea sin miramientos a nuestro pueblo sin alcanzar a derribarlo,
porque nuestros frentes en resistencia son carne y huesos en
soldadura perfecta, como ustedes son la representación viva de la
decisión popular, la determinación de nuestra Lucha y la garantía
de nuestra Victoria.
No
habrá castigo que frene el ímpetu osado de nuestros corazones en
combate! Estamos con vosotros como ustedes lo están.
Tengo
vuestros rostros en mis manos, en los carteles que estoy pegando en
las paredes del mundo, de día para que todo el mundo me vea y de
noche, para que nadie escuche mi lamento de saberles en tierra ajena,
en la cárcel extraña del opresor, salvo la brisa que cruza cada día
el Atlántico desde mi casa, que nadie sepa que rezo vuestros
nombres, los de ustedes, los que todo el pueblo saharaui conoce: los
nacidos y los huérfanos adoptados que hicieron del Sáhara su madre
tierra y su Patria madre, y también nuestros hermanos de todas
partes, sólo ellos, que sepan de mi lamento y mi lucha, de mis rezos
y mi seguridad en la Victoria, la misma que compartimos con ustedes,
a los que ya todo el mundo llama LOS
HÉROES DE GDEIM IZIK,
por los que seguiremos en la guerra pacífica que marcó nuestro
pueblo hasta lograr la LIBERTAD.
Para
AHMED SBAI, BRAHIM ISMAILI, SIDAHMED LAMYAIED, ABDALAHI LEJFAUNI,
LAROSI ABDELYALIL LEMGAIMAD, MOHAMED BACHIR BUTANGUIZA, MOHAMED BANI,
ABHAH ABDALAHI AHMED SIDI, HASANNA AALIA, NAAMA ASFARI, MOHAMED
BURIAL, HASAN DAH, CHIEJ BANGA, ABDALAHI TAUBALI, EL HUSAIN EZAUI,
DIECH DAF, EL BAKAY EL ARABI, MOHAMED LAMIN HADDI, MOHAMED EMBAREK
LAFKIR, MOHAMED-JUNA BABAIT, MOHAMED TAHLIL, EL BACHIR JADDA, MOHAMED
LAYUBI.
Salka
Embarek
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